LA HISTORIA DE UN VIAJE FASCINANTE
Este CD no es sólo una grabación más. Es la historia de un viaje fascinante. La solitaria travesía de un hombre que fue capaz de preservar su identidad y su libertad artística llevando al género del cuarteto de cuerda – tras una dura batalla personal y un largo peregrinaje – a la cumbre desde la cabe admirar la herencia de Beethoven, Mozart y Haydn (cuyos manuscritos del Opus 20 pertenecían a la biblioteca personal de Brahms), el sustrato musical de la tradición popular alemana y, al tiempo, también, divisar la extraordinaria (r)evolución de la Segunda Escuela de Viena, que estaba entonces por llegar.
Tal y como señala Helena Poggio, violonchelista del Cuarteto Quiroga, en el libreto del nuevo CD, Frei aber Einsam (Libre pero solitario) era el lema que Brahms compartía con su buen amigo Joseph Joachim, en quien está basada la composición de su segundo cuarteto. Las primeras letras de este emblema (F-A-E) se corresponden, en la nomenclatura musical alemana, con las notas “fa-la-mi”, motivo con el que se abre la primera frase del primer movimiento, que también encontramos como matriz del tercero y el cuarto, y escondido, entre líneas, en el segundo.
A menudo podemos identificar en el carácter melancólico de su música el sentimiento de esta divisa que Brahms llegó a asumir como propia, pues estuvo luchando prácticamente en solitario, la mayor parte de su vida, en defensa de su obra, de su concepción estética y de la música de cámara. Permaneció siempre fiel a sí mismo y nunca quiso aceptar un camino marcado por modas o corrientes, haciendo prevalecer, por encima de todo, su libertad e independencia. Nunca se arrepintió de su postura pese al sufrimiento que pudo causarle. En sus propias palabras: “Para mí, f.a.e. (frei aber einsam) se ha mantenido como un símbolo, y a pesar de todo, puedo muy bien bendecirlo”.